sábado, 20 de marzo de 2010

Un canto a la libertad de expresión


JAVIER RODRÍGUEZ jrodriguez@lavozdigital.es
Los efectos de la crisis económica y la situación política que atraviesa tanto España como Europa estuvieron ayer muy presentes en la entrega de los premios del Club Liberal, que tuvo lugar anoche en el patio del Casino de Cádiz.

La primera intervención corrió a cargo de la diputada del PP Soledad Becerril que, a modo de preámbulo, recordó las grandezas de la democracia y de su efecto reconciliador durante la transición.

En su opinión, la democracia hay que cultivarla a diario y «defender la libertad de expresión ante posibles ataques». Becerril reconoció durante su alocución que «la libertad se encuentra ahora amenazada dentro y fuera de España».

La corriente liberal, que aglutina a políticos, pensadores y economistas, entre otros sectores de la sociedad civil, galardonó ayer al escritor peruano Mario Vargas Llosa con el premio 1812.

El autor de 'La ciudad y los perros' no pudo asistir al acto y envió una carta en la que agradecía el galardón. En ella aclaraba que tenía compromisos en Perú que le impedían viajar a la provincia, pero adelantó que estará en abril en España y en septiembre visitará Cádiz.

Carlos Rodríguez Braun, doctor en Ciencias Económicas y catedrático de Historia del Pensamiento Económico, uno de los iconos del pensamiento liberal, se encargó de hacer una semblanza del escritor.

Así, con un auditorio entregado y lleno, rememoró una anécdota muy particular de Vargas Llosa cuando perdió las elecciones en Perú contra Fujimori.

Rodríguez Braun dijo que Vargas Llosa le comentó entonces al filósofo Karl Popper que había perdido las elecciones por decir la verdad, pero el escritor le cuestionaba con insistencia qué habría pasado si hubiera mentido.

Popper le contestó que posiblemente habría ganado, pero al mismo tiempo le advirtió que la libertad no se puede construir sobre una mentira.

A continuación tomó la palabra Bernardo Rabasa, presidente del Club Liberal Español, quien hizo los honores para la entrega del premio Von Hayek al economista Francisco Cabrillo.

Rabasa incidió en los efectos de la crisis económica y criticó las medidas fiscales implantadas por el Gobierno de Zapatero como solución a los problemas.

Francisco Cabrillo recogió el galardón y señaló que «las crisis no surgen solas, sino que detrás de estos acontecimientos hay alguien que los ha provocado». Cabrillo apuntó directamente a los bancos centrales. Su discurso provocó una calurosa ovación.

El acto seguía su curso y le tocaba el turno al periodista Hermann Tertsch, que recibió anoche de manos del Club Liberal el premio a la Libertad de Expresión.

Tertsch reconoció abiertamente que la libertad de expresión está seriamente amenazada en nuestro país al tiempo que alertó que se están comprando voluntades. El periodista hizo un llamamiento para luchar en favor de estos valores.

Por último, el Club Liberal tenía reservado un segundo capítulo de distinciones. Así, nombró socia de Honor a la alcaldesa de Cádiz, la popular Teófila Martínez, que aprovechó la ocasión para agradecer la distinción e invitar al Club a la conmemoración del Bicentenario.

La segunda distinción de socia de Honor de los liberales recayó en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que no pudo asistir al encuentro en Cádiz. El acto lo cerró el presidente de la Internacional Liberal, el eurodiputado Van Baalen, que pidió que el Gobierno de Zapatero muestre su repulsa a las dictaduras de Castro y Chávez.

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