El diario oficial del partido comunista cubano, Granma, criticó la manera como la prensa occidental ha cubierto la huelga de hambre del disidente Guillermo Fariñas Hernández, quien rehúsa recibir alimentos desde el pasado 24 de febrero en una protesta contra el gobierno de Cuba.
En un artículo disponible en la página web de Granma, el medio sostiene que "importantes medios occidentales de prensa vuelven a llamar la atención con la mentira prefabricada. Así responden a los intereses imperialistas contra nuestro país".
Granma añadió que "la manipulación es tal que reportes periodísticos llegan a plantear que el Gobierno cubano ha indicado que se deje morir a este asalariado de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, sin apuntar ni una palabra sobre los múltiples esfuerzos de nuestros profesionales de la salud por asistir a esa persona".
Según Granma, si Fariñas está hoy vivo, es "gracias a la atención médica calificada que ha recibido sin importar su condición de mercenario".
En el mismo artículo, el diario oficial criticó fuertemente la postura de Fariñas, describiéndolo como una persona violenta que demuestra "evidente desprecio por su Patria y los ciudadanos que la defienden".
Agregó el artículo: "En este caso, no es la medicina la que debe resolver el problema intencionalmente creado con el propósito de desacreditar nuestro sistema político, sino el propio paciente y los apátridas, diplomáticos extranjeros y medios de prensa que lo manipulan. Las consecuencias serán de su entera y única responsabilidad."
Disidentes
Fariñas exige que el gobierno libere a un grupo de presos cuyo estado de salud sería precario.
El psicólogo y periodista Guillermo Fariñas inició la protesta unas horas después de la muerte de Orlando Zapata, otro opositor que falleció tras 86 días de huelga de hambre, informó el colaborador de BBC Mundo en La Habana, Fernando Ravsberg.
Zapata era clasificado por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia.
Fariñas reclama la libertad de 28 disidentes que se encontrarían enfermos en las cárceles cubanas.
El gobierno cubano considera a los prisioneros disidentes como "mercenarios" al servicio de Estados Unidos.
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