jueves, 25 de febrero de 2010

Trastada de la vida: nostalgia y loas al dictador Rafael Leonidas Trujillo


EDITORIAL DE EL CARIBE
El amplio clima de libertades públicas que disfruta República Dominicana, fruto de la sangre y los sacrificios de muchos valientes que han luchado contra la tiranía y la opresión, permitirá que hoy sea puesto en circulación en el país un libro de nostalgia y loas al dictador Rafael Leonidas Trujillo.

Para aquellos que sufrieron los rigores de la dictadura trujillista y que aún arrastran el dolor por la muerte de amigos y parientes, muchos de ellos sometidos a persecuciones y salvajes torturas, se trata de una inaceptable paradoja, una especie de trastada de la vida.

Sin embargo, así de amplia y nada excluyente debe ser la libertad para publicar libros y difundir el pensamiento en una nación democrática, aunque sea una versión, emotivamente acomodada, acerca de la vida y la obra de uno de los personajes más siniestros de nuestra historia.

Aunque hiera la sensibilidad de muchos, la circulación del libro “Trujillo, mi padre”, de la autoría de Angelita Trujillo, no debe ser objeto de obstrucción, pues se trataría de un atentado a la libertad y un acto de intolerancia que remedaría episodios superados de dictaduras y de regímenes opresores.

Sin embargo, la misma libertad, que garantiza el disenso, el derecho a la protesta y el libre juego de las ideas, permite también cualquier manifestación de desacuerdo, siempre que se haga de forma pacífica y dentro de los cauces de la ley.

Los dominicanos tienen derecho a leer y ese y cualquier otro libro, sin censura alguna y con la única limitación que cada quien se pueda imponer en base a su particular criterio y su libre determinación de pensamiento o de acción.

En ningún caso debe repetirse en el país el odioso e inaceptable expediente de obstaculizar o limitar la circulación de un libro porque haga referencias o alusiones a la trayectoria de algunos personajes de familias de renombre.

Aun así, consideramos imprudente y desatinada para la convivencia nacional que se hurgue morbosamente en el pasado para echar lodo y segregar odios en un país que tanto ha sufrido por las querellas y las bajas pasiones.

No hay comentarios: