Una joven estadounidense sobrevivió casi cuatro meses sin corazón, gracias a un dispositivo artificial personalizado que bombeaba sangre a su cuerpo, hasta que recibió un trasplante, según informaron médicos en Miami.
Los facultativos dijeron que sabían de otro caso en el cual un adulto había sido mantenido con vida sin corazón durante nueve meses en Alemania, pero añadieron que creen que se trata del primer caso en que un adolescente sobrevive de esta forma por tanto tiempo.
La paciente, D'Zhana Simmons, una joven de 14 años originaria de Carolina del Sur, manifestó que la experiencia de vivir tanto tiempo con una máquina bombeando su sangre le había causado "miedo".
"Uno nunca sabe cuando podría fallar", dijo la joven con una voz tan débil como un susurro, durante una rueda de prensa el miércoles en el Centro Médico Jackson Memorial de la universidad de Miami.
"Era como si yo fuese una persona falsa, como si realmente no existiera", señaló la adolescente respecto a la experiencia.
Simmons sufría una cardiomiopatía dilatada, una enfermedad en la cual el corazón se debilita y se agranda y no bombea sangre de manera eficiente.
La joven fue trasplantada el 2 de julio en el hospital infantil Holtz de Miami, pero el nuevo corazón no funcionó correctamente y tuvo que ser extraído de su cuerpo.
Dos bombas cardíacas fabricadas por Thoratec, con sede en Pleasanton, California, fueron implantadas para mantener el flujo sanguíneo mientras la paciente luchaba contra varias complicaciones y recuperaba la fuerza. Los médicos le implantaron otro corazón el 29 de octubre.
"Esencialmente (la joven) vivió durante 118 días sin corazón, con su circulación respaldada sólo por dos bombas cardíacas", dijo el doctor Marco Ricci, director de cirugía cardíaca pediátrica del hospital. Durante ese tiempo, Simmons podía moverse pero permaneció hospitalizada.
Cuando se emplea un corazón artificial para mantener con vida a un paciente, el propio músculo cardíaco del enfermo suele mantenerse en el cuerpo, señalaron los médicos. En algunos casos, los pacientes adultos son mantenidos con vida de esa forma por más de un año, añadieron.
"Creemos que esta es la primera paciente pediátrica que recibió este tipo de dispositivo sin tener el corazón (propio) y posiblemente sea una de las más jóvenes que (...) llegó al trasplante sin su corazón original", dijo Ricci.
Simmons también padecía insuficiencia renal y recibió un trasplante de riñón el día después de la segunda intervención cardíaca.
Ricci dijo que su pronóstico es bueno. Pero los médicos indicaron que existe un 50 por ciento de posibilidades de que un paciente trasplantado del corazón requiera un nuevo órgano 12 o 13 años después de la primera operación.
Los facultativos dijeron que sabían de otro caso en el cual un adulto había sido mantenido con vida sin corazón durante nueve meses en Alemania, pero añadieron que creen que se trata del primer caso en que un adolescente sobrevive de esta forma por tanto tiempo.
La paciente, D'Zhana Simmons, una joven de 14 años originaria de Carolina del Sur, manifestó que la experiencia de vivir tanto tiempo con una máquina bombeando su sangre le había causado "miedo".
"Uno nunca sabe cuando podría fallar", dijo la joven con una voz tan débil como un susurro, durante una rueda de prensa el miércoles en el Centro Médico Jackson Memorial de la universidad de Miami.
"Era como si yo fuese una persona falsa, como si realmente no existiera", señaló la adolescente respecto a la experiencia.
Simmons sufría una cardiomiopatía dilatada, una enfermedad en la cual el corazón se debilita y se agranda y no bombea sangre de manera eficiente.
La joven fue trasplantada el 2 de julio en el hospital infantil Holtz de Miami, pero el nuevo corazón no funcionó correctamente y tuvo que ser extraído de su cuerpo.
Dos bombas cardíacas fabricadas por Thoratec, con sede en Pleasanton, California, fueron implantadas para mantener el flujo sanguíneo mientras la paciente luchaba contra varias complicaciones y recuperaba la fuerza. Los médicos le implantaron otro corazón el 29 de octubre.
"Esencialmente (la joven) vivió durante 118 días sin corazón, con su circulación respaldada sólo por dos bombas cardíacas", dijo el doctor Marco Ricci, director de cirugía cardíaca pediátrica del hospital. Durante ese tiempo, Simmons podía moverse pero permaneció hospitalizada.
Cuando se emplea un corazón artificial para mantener con vida a un paciente, el propio músculo cardíaco del enfermo suele mantenerse en el cuerpo, señalaron los médicos. En algunos casos, los pacientes adultos son mantenidos con vida de esa forma por más de un año, añadieron.
"Creemos que esta es la primera paciente pediátrica que recibió este tipo de dispositivo sin tener el corazón (propio) y posiblemente sea una de las más jóvenes que (...) llegó al trasplante sin su corazón original", dijo Ricci.
Simmons también padecía insuficiencia renal y recibió un trasplante de riñón el día después de la segunda intervención cardíaca.
Ricci dijo que su pronóstico es bueno. Pero los médicos indicaron que existe un 50 por ciento de posibilidades de que un paciente trasplantado del corazón requiera un nuevo órgano 12 o 13 años después de la primera operación.
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