miércoles, 14 de abril de 2010

En México peligran los periodistas y la libertad de expresión


Elsa Arenas

México vive una situación muy similar o peor a la que vivió a finales de los 80 y principios de los 90, Colombia, donde hasta la sociedad, que tras muchos años de convivir con el narcotráfico ya no lo permite, pero que pone en una situación muy grave a los periodistas y la libertad de expresión.

El director ejecutivo de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, Fernando Alonso, señaló en rueda de prensa, que en México a diferencia de Colombia, hace falta una mayor organización y solidaridad del gremio periodístico, pues la sociedad no reclama ni se pronuncia contra una amenaza a la prensa, "porque siente que no responde a sus intereses"; es decir, que el periodista responde a otros intereses de su medio -políticas editoriales-, más que informar a la audiencia, "hay una crisis de credibilidad con las audiencias".

Entre más estrecha sea la relación del periodista con su audiencia, será el efecto de respuesta cuando sufra una amenaza o crimen. "Atentar contra un periodista debería tener el repudio social", dijo Alonso.

En tanto la información circula más libremente por Internet la relación del lector con el periodistas es mucho más directa, y por eso cuando matan a un periodista, sienten que se coarta el derecho a estar informado y surge la indignación.

Actualmente con las tecnologías de la información, las audiencias tienen alternativas que antes no tenían, "no necesitan la intermediación de los medios", existe una sobreoferta de información que es vista como mercancía y pierde su valor en el mercado, sin embargo lo más preocupante es que pierde su función y valor social.

El Presidente de la Fundación en Colombia recomendó que en México se debería impulsar una organización de defensa de la libertad de expresión, buscar el debate que es fundamental para la calidad del periodismo, y con eso propiciar que se conforme un comité de protección a periodistas, como sucedió en Colombia

La Fundación que creó Gabriel García Márquez, no es de activismo, impulsan proyectos necesarios para alertar y denunciar, proteger periodistas, ya que no se puede hacer periodismo donde no hay condiciones de libertad de expresión.

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