Eric San Juan
Manila, 23 jun (EFE).- Los periodistas filipinos reclaman al nuevo presidente, Benigno Aquino, que termine con la impunidad de sus asesinos, después de que 107 compañeros hayan perdido la vida desde que Gloria Macapagal Arroyo llegó al poder en 2001.
"Aquino tiene el gran reto de detener a los asesinatos contra periodistas y traer justicia, pero no podemos confiar en que lo haga hasta que no lo veamos, estamos hartos de oír las promesas vacías de Arroyo en estos años", declaró a Efe el presidente de la Unión Nacional de Periodistas de Filipinas, Néstor Burgos.
La investidura de Aquino después de ganar las elecciones del pasado 10 de mayo se vive con una mezcla de esperanza y escepticismo, después de que bajo los nueve años de mandato de Arroyo se produjeran 107 de las 140 muertes de reporteros desde que se instauró la democracia en 1986.
Además, son cada vez más las voces que exigen medidas al nuevo presidente, que jurará el cargo el próximo 30 de junio, después de que una nueva oleada de violencia se llevara por delante la vida de tres periodistas en una semana.
El locutor de radio Joselito Agustin recibió un disparo la semana pasada en una localidad de la provincia septentrional de Ilocos del Norte del guardaespaldas y sobrino del recién elegido teniente de alcalde, al que criticó durante la campaña electoral, según la Policía.
Algo parecido había ocurrido con el asesinato un día antes en el sur del país de Desiderio Camangyan, un comentarista radiofónico conocido por sus denuncias de las talas ilegales, un caso en el que los máximos sospechosos son un cacique local y un agente policial.
Burgos opina que "estos crímenes demuestran el clima de impunidad, porque los asesinos creen que pueden escapar de la justicia independientemente de quién sea el presidente".
Gran parte de los asesinatos están relacionados con denuncias de corrupción o prácticas ilegales de políticos locales, que contratan a sicarios para silenciar la voz de los informadores, mientras la justicia, también amenazada por los mismos caciques, teme procesar a los responsables.
El Club Nacional de Prensa reclamó la creación de un cuerpo especial para poner fin a estas muertes y garantizar que se persiga y condene a los responsables de los crímenes.
Por su parte, el Comité para la Protección de Periodistas, una organización internacional que vela por la libertad de prensa en el mundo, envió una carta a Aquino en la que le pedía que diera prioridad a la resolución de ese problema.
Filipinas figura en el tercer lugar en el ránking internacional de impunidad de crímenes contra trabajadores de medios de comunicación realizado con 55 casos sin resolver, sólo superada por Irak y Somalia.
En parecidos términos se han expresado otras entidades como Periodistas sin Fronteras o la Federación Internacional de Periodistas, que reclaman una mayor firmeza a un sistema judicial a menudo débil y corrupto.
Filipinas fue en 2009 el país más peligroso del planeta para el periodismo, con 38 profesionales de la información asesinados.
El país asiático vivió el pasado noviembre uno de los mayores ataques contra la prensa de la historia cuando los sicarios de un cacique local secuestraron, mataron y enterraron en fosas comunes a los miembros del convoy electoral del candidato rival, en el que figuraban 32 periodistas.
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