El año pasado 94 periodistas fueron asesinados, según el informe que ha presentado este viernes la Federación Internacional de Periodistas (FIP). En esta cifra, que demuestra los riesgos crecientes que afrontan los profesionales de los medios en todo el mundo, se incluyen tres casos de periodistas que perdieron la vida de forma accidental mientras ejercían su trabajo.
«Se trata del repaso a una lista dolorosa y trágica que suma 2.271 colegas muertos desde 1990, sumando los 97 de 2010», ha afirmado Aidan White, secretario general de la FIP, en su introducción de este informe: «Esas cifras ilustran cómo en una época en la que los medios son más poderosos y cuando la gente tiene mayor acceso a fuentes de información diferentes, los periodistas que tienen la voluntad de decir la verdad se enfrentan a riesgos cada vez mayores».
Pakistán es el país que cuenta con el peor registro de seguridad para los medios, con 16 muertos, por delante de México y Honduras, que tienen diez nombres cada uno en la lista de asesinados. Hubo un número menor de asesinatos, si lo comparamos a la cifra de 139 de 2009, pero el informe afirma que se mantienen altos niveles de violencia y amenaza contra la seguridad de los medios.
Actuación de los gobiernos
«Los conflictos regionales, las guerras de la droga y la inestabilidad política siguen creando campos de la muerte para los periodistas y para quienes trabajan con ellos», asegura White.
En muchas regiones, la misma impunidad que prevalece en este tipo de crímenes contra periodistas se convierte en otra fuente más de violencia contra los medios. Según este informe, los gobiernos tienen que tomarse en serio esos ataques a la prensa y actuar de manera creíble para disuadir a sus autores.
El informe incluye un recuento detallado del Fondo Internacional de Seguridad de la FIP que sirve para ayudar a los periodistas y sus familias, cuando han sido víctimas de actos de violencia o se han visto obligados a exilarse.
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